Desde que empezaron a gustarme la historia y el arte bizantinos, siempre me ha fascinado Estambul, la Constantinopla bizantina y otomana, crisol de culturas y razas, donde se encuentran lo cristiano y lo musulmán, occidente y oriente, Europa y Asia.
En las Navidades de 2012 hice realidad mi sueño de viajar a Estambul. Preparé el viaje con todo detalle durante bastante tiempo y su fruto fue uno de los grandes viajes de mi vida.
Mis expectativas eran enormes, pero puedo decir que Estambul no me decepcionó. En realidad fue mejor de lo que me esperaba porque, en Estambul, la realidad supera a la imaginación.
Como si de un gran enamoramiento se tratara, desde el mismo día que dejé esta ciudad deseé volver a ella para poder conocerla y saborearla más y mejor.
Regresé a Estambul en marzo y diciembre de 2013, en diciembre de 2017 y de 2018, en marzo de 2020, en diciembre de 2022 y de 2023, y en junio de 2024. Y espero seguir yendo. Mi pasión y mi deseo de encontrarme con la ciudad de mis sueños me hace regresar una y otra vez.
Me encanta visitar sus mezquitas y sus iglesias, callejear por sus calles estrechas y llenas de vida, subir y bajar sus colinas. Me sobrecogen sus ruinas imponentes, me extasía contemplarla al amanecer y al atardecer, desde lo alto de sus colinas, desde las orillas del mar y desde el Bósforo, el Cuerno de Oro o el Mármara. Me gusta su comida, sus gentes e incluso la lengua turca, tan difícil y compleja pero con una maravillosa sonoridad.
Sé que las sensaciones, las formas, los colores, los olores y los sonidos de Estambul han quedado dentro de mí pero, como la memoria es frágil, he decidido crear este blog monográfico para poder recordar siempre los detalles de mis estancias en esta ciudad.
Confío también en que pueda servir de ayuda a todos aquellos que viajan a Estambul y, sobre todo, a los que, como yo, sienten un gran amor por la ciudad de las ciudades, "la ciudad que todo el mundo desea", como dijo hace ya muchos siglos un bizantino.
En las Navidades de 2012 hice realidad mi sueño de viajar a Estambul. Preparé el viaje con todo detalle durante bastante tiempo y su fruto fue uno de los grandes viajes de mi vida.
Mis expectativas eran enormes, pero puedo decir que Estambul no me decepcionó. En realidad fue mejor de lo que me esperaba porque, en Estambul, la realidad supera a la imaginación.
Como si de un gran enamoramiento se tratara, desde el mismo día que dejé esta ciudad deseé volver a ella para poder conocerla y saborearla más y mejor.
Regresé a Estambul en marzo y diciembre de 2013, en diciembre de 2017 y de 2018, en marzo de 2020, en diciembre de 2022 y de 2023, y en junio de 2024. Y espero seguir yendo. Mi pasión y mi deseo de encontrarme con la ciudad de mis sueños me hace regresar una y otra vez.
Me encanta visitar sus mezquitas y sus iglesias, callejear por sus calles estrechas y llenas de vida, subir y bajar sus colinas. Me sobrecogen sus ruinas imponentes, me extasía contemplarla al amanecer y al atardecer, desde lo alto de sus colinas, desde las orillas del mar y desde el Bósforo, el Cuerno de Oro o el Mármara. Me gusta su comida, sus gentes e incluso la lengua turca, tan difícil y compleja pero con una maravillosa sonoridad.
Sé que las sensaciones, las formas, los colores, los olores y los sonidos de Estambul han quedado dentro de mí pero, como la memoria es frágil, he decidido crear este blog monográfico para poder recordar siempre los detalles de mis estancias en esta ciudad.
Confío también en que pueda servir de ayuda a todos aquellos que viajan a Estambul y, sobre todo, a los que, como yo, sienten un gran amor por la ciudad de las ciudades, "la ciudad que todo el mundo desea", como dijo hace ya muchos siglos un bizantino.